jueves, 17 de junio de 2010

Volver a la danza


Escribe Patricia Stokoe



Desde hace muchos años he tratado de defender el derecho de la Expresión Corporal a existir independientemente de sus múltiples áreas de aplicación como actividad complementaria. Buscando la afirmación de la identidad de mi labor elaboré tres necesidades básicas que la caracterizan. Si es danza tiene que estar presente el área cuerpo, entendiendo por cuerpo la persona como unidad senso-psico-socio-motriz. Si es danza de cada uno, tiene que desarrollar lo subjetivo y emocionado del aspecto creativo de cada ser humano. Y, en cuanto humano, no puede desatender lo comunicativo pues el ser humano es un ser social. Así, el cuerpo, la creatividad y la comunicación deben estar siempre presentes en esta concepción de la danza.
Si bien el cuerpo tiene sus propias leyes psicomotoras, respetando éstas, nuestro lenguaje corporal necesita un proceso de crecimiento, de conquista de logros como aporte para su desarrollo satisfactorio. También el desarrollo del lenguaje hablado sigue el mismo proceso: la satisfacción lingüística, poética, creativa y comunicativa aumenta en proporción a la cantidad de palabras nuevas y formas de organizarlas que se domina.
¿Qué ha pasado, me pregunto, en la Expresión Corporal que, en algunos casos, se llegó a desvalorizar tanto la adquisición de logros psicomotores? De destrezas, coordinaciones, equilibrios, saltos, caídas, entre muchas otras habilidades... como si el esfuerzo de esa adquisición matara la poética. Al contrario. Es el estancamiento en el «pensamiento circular», en la estereotipia, lo que a la larga llega a paralizar por aburrimiento.
En lo creativo, pienso que ya es tiempo de revisar un poco algunos conceptos como que «expresión corporal» es «sacar de adentro», porque se olvida que para «exprimir» primero hay que «imprimir», incorporar elementos para que sean reelaborados y luego expresados por cada individuo; que «cuerpo duro» es igual a «danza dura»; y que para «olvidarse de todo» hay que tener «de qué» olvidarse.
El poeta corporal necesita, sobre su cotidiano lenguaje sin palabras, estructurar aquello que nosotros, para diferenciarlo de otros estilos y modalidades, hemos llamado Expresión Corporal desde 1950 en Argentina. Ahora, ante las variantes de esta misma terminología, hemos vuelto a ponerle apellido: «Expresión Corporal -Danza».




Patricia Stokoe, bailarina y docente, argentina, creadora de la Expresión Corporal, concebida como una corriente de danza contemporánea. Falleció en febrero de 1996.


Texto publicado en la edición Nº1 de Kiné, la revista de lo corporal.

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