miércoles, 31 de marzo de 2010

El Cuerpo; Un recorrido por los textos de Jacques Lacan

Patricia Garrido Elizalde *

Psikeba - Revista de psicoanalisis, arte y estudios culturales



“Permítanme delimitar más bien como falla epistemo-somática , el efecto
que tendrá el progreso de
la ciencia sobre la relación de la medicina con el cuerpo”
Jacques Lacan, 1966 [i]

Con Freud lo que es del orden del inconsciente no es del orden del cuerpo, sin embargo parece que el inconsciente no está sin relación al cuerpo. El concepto más ilustrativo de esta condición fue aquel acuñado por él y al que denominó Pulsión (trieb). Casi todas las aristas del concepto tienen su referente en el cuerpo. Ya sea por el costado de la fuente , es decir las zonas erógenas, de las que nos dice “por fuente de la pulsión se entiende aquel proceso somático que se localiza en un órgano o en una parte del cuerpo y cuya excitación está representada en la vida psíquica por la pulsión”; lo encontramos igualmente, cuando habla del fin de la pulsión o bien, cuando se refiere al objeto de la misma, del que podemos decir cuando de su parcialidad se trata, que es un objeto directamente vinculado al cuerpo, el pecho, el pene, etc.. O bien, elementos relacionados con lo vivido corporal (excrementos, niño) que tienen en común el rasgo fundamental de ser, real o fantaseadamente separados o separables; o incluso en su concepto de apuntalamiento (anlehnung) con el que describe un fenómeno de apoyo de la pulsión sexual en una “función corporal esencial para la vida” no sexual. Teoría del cuerpo, presencia del cuerpo o apuntalamiento sobre el cuerpo.

A título de recordatorio, en el campo freudiano se podría decir que desde el proyecto, a partir de sus primeras interrogaciones clínicas, Freud constituye ya un cuerpo, un sistema nervioso, un modelo llamado psíquico, que nos da la simple “corporeidad” o “corporalidad” de la materialidad del campo abierto por él y de su método, lo que surge a partir de los primeros desciframientos de los síntomas histéricos. Poco después en sus Tres ensayos la teoría de las zonas erógenas, la economía libidinal del perverso polimorfo, la problemática del Edipo y esencialmente de la castración con relación a la presencia o ausencia del objeto, es decir con relación al pene, luego al falo. Y aún más importante, ese giro dada a partir de su texto Introducción al Narcisismo en el que se reconoce una revisión secundaria efectuada por Freud de la construcción de la teoría que él hacía del cuerpo, a nivel de una anatomía o de una “meta-anatomía”. Y para finalizar, su teoría de la pulsión de muerte. Con Freud podríamos decir que la teoría y la clínica se refieren de principio a fin a lo corporal y el cuerpo.

Lacan al igual que Freud, no pudo escapar de esta cuestión, y es ahora –con la obra en su conjunto– que podemos desprender cuál ha sido su posición respecto a este tema.

A propósito de un trabajo sobre el cuerpo habrá de tenerse cuidado de no hipotecar hablando del cuerpo del hombre en el psicoanálisis, sino decir simplemente el cuerpo del hombre, a secas. Entre el cuerpo médico, el cuerpo social, los cuerpos constituidos, el cuerpo libidinal, el cuerpo simbólico, el cuerpo de amor y el cuerpo del delito, la palabra cuerpo nos plantea siempre problemas.

El cuerpo aquí no es el cuerpo fisiológico que arman los pornógrafos para provocar la excitación de la mediocridad, no es ese cuerpo cierto que arman los fisiólogos para disecarnos. Ni el cuerpo cierto que se confunde con el cuerpo oscuro de las radiografías. Ni tampoco el que reconoció Lacan como aquel que la ciencia impone “ El cuerpo en su registro purificado posible de radiografiar, calibrar, diagramar, y susceptible de condicionar” [i] , sino el de la improbabilidad, el de la desarmonía, el de la carne aguijoneada por el significante preludio - nos dice Bataille- de la muerte que a la par de la belleza es considerable el terror que nos inspira. Debemos, pues, distinguir entre el organismo, lo viviente y lo que llamamos cuerpo. Lacan desarrolló ampliamente este punto.

La corporeidad no es una cualidad primaria de la subjetividad, así como para él –en contra de toda tradición idealista de la filosofía y de sus dependencias Psicológicas- la individualidad no es un dato primero de la sensibilidad, sino que debe construirse, y que esta construcción sólo comienza con la emergencia, en el ser humano, de esta categoría fundamental, que, por el momento, continúa llamándose representación. para que la individualidad orgánica se convierta en un cuerpo es preciso que el significante introduzca el Uno.

Por otra parte, en la medida que pensamos el cuerpo produciéndose en el terreno del imaginario, no es posible afirmar que el organismo biológico nazca con él. No es pertinente por lo tanto identificar al ser vivo con el cuerpo; más aún, lo real del ser vivo, según Lacan, se diferencia y queda excluido de la noción de cuerpo. Lo que puede definirse como el cuerpo no es la vida [ii]

Sabemos que Lacan en su recorrido intentó trazar pasajes entre el sujeto y su cuerpo, para luego, y más allá reconocer de otra manera la cuestión del cuerpo. Ya no más binario, sino trinitario en un anudamiento borroemeano.

con Arnold I. Davidson [iv] , pensamos el hecho de que si algún término conserva su identidad lexical no necesariamente permanece al mismo espacio conceptual donde ha sido generado. Lacan respondió al dualismo boyante, “psique/ soma” con la producción de un ternario totalmente inédito. Sabemos o medimos el alcance del acontecimiento que esto formula al anunciar el fin del dualismo cartesiano. Al proponer Lacan su trinidad. “No soy más cuerpo y alma”, no más dos sustancias una la extensión (res extensa), la otra, el pensamiento (Res cogitans). He aquí su diferencia con Freud quien con una topología de la esfera sostiene una representación especular e imaginaria de un adentro y un afuera . Permítanos mostrar esta presentación de la esfera, pues nos deja ver claramente la intuición de que hay un adentro y un afuera, como de perfección simétrica y la armonía (

Se sabe que aquello decididamente dualista, le atribuye al individuo un aparato psíquico y su correspondiente causalidad. La forma binaria que domina hoy es el resultado de una larga data en el curso de la cual “se han forjado grandes categorías de la razón de las cuales el occidente se ha armado: el dualismo, la dialéctica, la causalidad, y hoy el cálculo binario y la genética…” [v] Sin embargo, este hecho admite la pregunta ¿qué es esta fuerza que parece volver al dualismo, insumergible? Pues podemos reconocerlo en el concepto de psicosomático y su actual florecimiento.

Lacan ofreció nuevas posibilidades de pensar la relación psique/soma percibiendo la necesidad de subvertir la representación habitual que tenemos del espacio. En esta labor tuvo utilidad, la topología que haciendo lugar a nuevos modos de pensar el cuerpo admitió concebirlo de una manera diferente de lo que corresponde a la res “extensa” cartesiana.

En su seminario Problemas cruciales para el psicoanálisis [vi] , relativiza la separación cartesiana de las dos sustancias manifestando no estar…seguro de la ausencia de trama común entre ambas.

Y en su seminario R. S. I., alcanzara a decir con el anudamiento de los registros Real, Simbólico e imaginario. Que el pensamiento no es sino la extensión. Y que la cogitation permanece pegoteada por un imaginario que está enraizado en el cuerpo [vii]

En este recorrido para determinar el lugar que Lacan le da al cuerpo hemos utilizado como método la búsqueda de manera exhaustiva en la obra escrita (es lo que nos es accesible hoy) el conjunto de los textos que comprenden la palabra cuerpo , con el fin de no eliminar o elegir entre ellos. Hay otros textos concernientes al cuerpo y que no comprenden la palabra [viii] . A título de ejemplo, citemos éste: el objeto (a) es algo del que el sujeto para constituirse se separó como órgano [ix]

Para decidir el sentido y el valor, hemos añadido el texto que comprende la palabra cuerpo, aunque en verdad es necesario recurrir al texto en su conjunto. A juzgar por el número de ocurrencias de la palabra cuerpo en la obra, podríamos pensar que aquella ocupa un lugar importante. Sin embargo, podemos observar que Lacan no hizo una teoría del cuerpo; que el cuerpo no es un concepto al mismo título que el inconsciente, la transferencia, la resistencia, el significante y que habló de él, siempre en relación con los conceptos que desplegaba.

Para tomar un ejemplo, citemos la cuestión del falo; de lo que se trata, no es de una parte del cuerpo, sino de un significante. Se podrían citar otros ejemplos, la problemática de las pulsiones, de las zonas erógenas, de los bordes.

Retomemos una de las fórmulas de la negación destacadas por él con la que podemos decir que su trabajo se desarrolla no sin el cuerpo. El no sin, designa a la vez una pura no-exclusión y por tanto, una cierta implicación de la que el modo no está determinado exactamente.

No podemos constatar qué lugar tiene el cuerpo en la apuesta, pero es un lugar extenso; porque de una punta a la otra de sus escritos y de su enseñanza Lacan no cesó de hablar de él, y a veces de una manera muy acentuada, por ejemplo en el seminario La Angustia; el seminario La Lógica del fantasma; el seminario Aún; el seminario Les Non-Dupes Errent.

Incluso, afirma que:

"El psicoanálisis implica por supuesto el real del cuerpo y el imaginario de su esquema mental. Pero para reconocer el alcance en la perspectiva que autoriza en él por el desarrollo, hay que darse cuenta primero que las integraciones más o menos parcelarias que parecen constituir su ordenación, ahí, funcionan ante todo como los elementos de una heráldica, de un blasón del cuerpo" [x]

En este texto, también enuncia una posición con relación al cuerpo, el psicoanálisis implica por supuesto que por otra parte da sentido a lo que será su apuesta desde los primeros escritos, la búsqueda de la verdad, que no es solamente por el verbo sino también por el cuerpo. Esta última posición quizá más difícil de entender.

“El descubrimiento freudiano nos conduce pues a escuchar en el discurso esa palabra que se manifiesta a través, o incluso a pesar, del sujeto. El sujeto no nos dice esta palabra sólo con el verbo, sino con todas sus restantes manifestaciones, con su propio cuerpo el sujeto emite una palabra que, como tal, es palabra de verdad, una palabra que él ni siquiera sabe que emite como significante, porque siempre dice más de lo que quiere decir, siempre dice más de lo sabe que dice” [xi] .

Para facilitar el trabajo, distinguiremos cuatro fechas que son momentos importantes y decisivos en su doctrina, donde aparece una cierta perspectiva con relación al cuerpo y de ésta con el conjunto doctrinario. Digamos rápidamente que realizar una cierta perspectiva no es de ninguna manera decir que Lacan abandona una expresión anterior por una nueva: ésta no es su manera de explicarse.

Así podemos entender que con la topología y el nudo borromeo, el cuerpo es ciertamente aún la imagen del cuerpo i (a), el objeto a, aquello en lo que se aliena el yo (moi), alrededor de lo que gira la pulsión; lo que organiza el placer, el deseo, el goce; una sustancia gozante, un trique, es decir, un toro, todos ellos conceptos anteriores a este nuevo entendimiento –el del anudamiento- con el que el cuerpo llegará a ser también un término operatorio.

Estos son los cuatro tiempos capitales:

1936: El estadio del Espejo

1953: El Discurso de Roma. Principio del seminario

1963- l964: Seminario La angustia y Los cuatro Conceptos Fundamentales del Psicoanálisis

1973-1974: Seminario Aún y el seminario Les non - dupes errent

Tiempos puntuales que coinciden en su producción con el planteamiento de Jean Allouch [xii] de que Lacan sólo habría hecho cuatro inventos:

· El estadio del espejo (1936)

· El ternario I S R (16 de Julio de 1953)

· El objeto a minúscula (9 de enero de 1963)

· La cadena borromea (1974)

Es observable pues, que con cada una de sus invenciones hubo un replanteamiento de su intelección sobre el cuerpo. El cuerpo está vinculado al Imaginario, por la imagen , al Real por el goce, y al Simbólico por el significante.

No nos detendremos en sus primeros escritos, donde Lacan, psiquiatra, plantea el cuerpo como siendo el cuerpo sufriente, el cuerpo enfermo. Su estudio sobre el crimen de las hermanas Papin (1933) [xiii] al estar centrado en la búsqueda de los motivos del crimen paranoico, le hacen reencontrar "el cuerpo troceado", lejos de detenerse en una posición puramente psiquiátrica, aporta puntos de vista diferentes sobre este caso; el paso franqueado fue poner de relieve lo que compete al narcisismo y su liga con el yo freudiano, así como evocar "el enigma del falo y de la castración femenina".

En sus escritos antes de 1953, planteó las bases de lo que podría llamar su psicogénesis, más propiamente su morfogénesis, el efecto de la imagen en ciertos momentos del ser vivo, lo que será el fundamento del estadio del espejo: El hombre nace en un estado de prematuración. El sujeto anticipa una unidad para la que no tiene en ese momento los medios (neuronales ni motores) y esta unidad anticipada descubre, de vuelta, un cuerpo que, por el hecho de esta reflexividad nueva, va sentirse despedazado. El despedazamiento no es dato primero dictado por una cenestesia caótica, como aparecía inicialmente con el texto del Crimen de la hermanas Papin, sino como el choque retroactivo de esta unidad dada demasiado temprano en la imagen, es un hecho de imagen. El Yo (Je) es el resultado de ese estadio del espejo en tanto va a ser símbolo de una unidad irreducible, inédita antes de él, que no es ya la de la imagen sino la de un reflejo de la imagen en el cuerpo

Imaginario significa efecto de una imagen; también decir que el cuerpo es imaginario, es decir que la imagen es asumida por el sujeto a través de una serie de identificaciones. La importancia del imaginario en el pensamiento de Lacan no se detiene en 1953, sino que se prolonga al menos hasta 1959 con el seminario La Ética del Psicoanálisis. El narcisismo primario no cesará de ser un objeto de interés para él y su elaboración sobre este tema continuará, pero el estudio genético no estará más en el centro de su interrogación. Es una posición más estructural que comenzará con Función y campo de la palabra y del lenguaje (1953). En Acerca de la causalidad Psíquica (1946) encontraremos este texto:

"El sujeto se identifica en su sentimiento de sí con la imagen del otro y... la imagen del otro viene a cautivar en él este sentimiento." [xiv]

Así en esta época (28 de septiembre de 1946), la relación del hombre con su cuerpo se hace por la imagen especular; la causalidad psíquica es la imago o representación inconsciente. Podemos, en realidad, creer que tener un cuerpo depende de lo especular según un esquema imaginario que sería: esfera, totalidad, superficie cerrada, saco. Ahora bien, este especular nos engaña, porque nosotros lo proyectamos en el espejo que es nuestro semejante, como en plano a dos dimensiones.

Los principales textos que hablan del cuerpo en este período son:

1. Los complejos familiares en la formación del individuo (1938) [xv]

2. Acerca de la Causalidad Psíquica (1946) [xvi]

3. El estadio del espejo como formador de la función del yo (Je) tal como se nos revela en la experiencia psicoanalítica (1949) [xvii]

4. Algunas Reflexiones sobre el Ego (1955) [xviii]

Aunque el año 1953 marca una ruptura con la institución (IPA), también marca un nuevo periodo, una fecunda y nueva orientación de su pensamiento. A pesar de esta ruptura hay una continuidad con aquello que han sido sus elaboraciones anteriores y la expresión de lo que estaba en germen, al punto de la introducción de sus tres categorías: imaginario, simbólico, real [xix] .

Lacan desarrolla esta relación del cuerpo y del imaginario. La importancia está en que: nuestra relación con el inconsciente se hace por nuestro imaginario quien él mismo no está más que en relación a nuestro propio cuerpo. Seminario El Deseo y su Interpretación (18.03.1959) [xx] . Este desarrollo se hace alrededor de un cierto número de temas de los que algunos son retomados desde años atrás y a los cuales Lacan dará más precisión.

Nosotros encontramos también esta idea de donde partió, es decir, que el hecho de la prematuración en el nacimiento obliga al hombre a un largo proceso de maduración que, sin embargo, le permite "integrar efectivamente sus funciones motrices y acceder a una matriz real de su cuerpo". Unas líneas más adelante precisa que, aunque "el sujeto tome conciencia de su cuerpo como totalidad; el sólo hecho de ver la forma total del cuerpo humano da al sujeto una matriz imaginaria de su cuerpo", Seminario Los Escritos Técnicos de Freud (1953-1954) [xxi]

"La imagen del cuerpo" tiene un lugar importante e incluso dirá Lacan "viene de alguna manera a dominar todo", Seminario Las Formaciones del Inconsciente (1957-1958) [xxii] . Precisará que esta imagen del cuerpo, no es un objeto, pero que, es una producción a propósito de la cual, uno no puede ni hablar de realidad ni hablar de irrealidad, Seminario La Relación de Objeto (1956-1957) [xxiii]

Su importancia viene de lo que "es la imagen del cuerpo que da al sujeto la primera forma que le permite situar lo que es del yo y lo que no lo es ("él es hombre y no caballo")” , Seminario Los Escritos Técnicos de Freud [xxiv] .

La función esencial de una imagen es en efecto, después de Lacan, una función de información, en el sentido literal, es decir, en el "sentido de dar forma a algo". De manera general se puede decir que la imagen es una forma que in-forma al sujeto, y es lo que vuelve posible el proceso de identificación con ella. En este sentido Lacan podría decir:

"Es la imagen de su cuerpo quien está al principio de toda la unidad que percibe en los objetos... El objeto está siempre más o menos estructurado como la imagen del cuerpo del sujeto". Seminario , El Yo en la Teoría de Freud y en la Técnica Psicoanalítica

A partir de 1962, Lacan comienza una segunda inversión que consiste en decir hay imaginario en el simbólico, es decir, lo simbólicamente imaginario, eso va muy lejos porque la geometría (es decir, la del esquema óptico que soporta la introducción del simbólico en el imaginario, es absolutamente esférica) es una geometría de ángeles (L’ Insu que sait de l’une bévue s’aile à Mourre, 15 de marzo de 1977) [xxv] El seminario de la identificación marcará un giro en ese punto, a propósito de la imagen el acento está puesto ya no tanto sobre la ilusión, sino sobre el error en juego en la identificación. La función de la imagen especular se refiere al desconocimiento más radical de la disimetría. Subrayo entonces que la disimetría de nuestra imagen especular es un hecho fundamental: ella es un dato estructural de la consistencia del imaginario, y de su irreductibilidad al simbólico.

Ya en julio de 1953 en la Sociedad Francesa de Psicoanálisis, pronuncia la conferencia "Imaginario, Simbólico y Real" que marca el lugar capital, e incluso, se puede decir, único que tiene esta tríada. Y es aquí donde nombramos lo fecundo, pues se enuncia una nueva perspectiva y la marca, la ruptura, se encuentra en lo que será llamada la primera escisión, que se vehícula con el informe de Roma. En cuyo texto Función y Campo de la Palabra y del Lenguaje en Psicoanálisis, Lacan plantea claramente el lugar entre palabra-lenguaje-cuerpo:

"La palabra en efecto es un don de lenguaje y el lenguaje no es lo inmaterial. Es cuerpo sutil, pero es cuerpo. Las palabras son tomadas en todas las imágenes corporales, que captan al sujeto, ellas pueden embarazar a la histérica, identificarse al objeto del penis-neid, representar el chorro de orina de la ambición uretral o el excremento retenido del goce avaro" [xxvi] .

El inconsciente estructurado como un lenguaje, el significante que representa al sujeto para otro significante, el deseo como metonimia de nuestro ser, tales son los ejes principales que Lacan planteó desde el principio como base doctrinaria de lo que devendrá su enseñanza.

Durante este período de unos diez años, Lacan en una línea estructuralista plantea el primado del lenguaje, de la palabra, es decir, del simbólico. Este será para muchos "el verdadero Lacan", desconociendo el aporte, ciertamente difícil, pero importante, de los seminarios posteriores.

Lo que es primero es la palabra, es de la palabra que surge el deseo, y el cuerpo está ligado al deseo. Esta será una posición importante: el verdadero cuerpo, el primer cuerpo, es el lenguaje, es decir, lo que él llamará más tarde, el cuerpo simbólico. El simbólico, es en efecto un cuerpo, porque podemos considerarlo como un sistema de relaciones internas. El lenguaje es cuerpo, y además, es cuerpo que da cuerpo, se puede decir, es lo que retomará en este texto:

“El cuerpo del simbólico, cuerpo incorporal, que al incorporarse les da cuerpo." Radiofonía 1970 [xxvii] .

A partir de esta proposición algunos otras proposiciones pueden ser enunciadas: así podemos avanzar que cuando digo: "este cuerpo es mío", es el lenguaje quien me lo da, o aún, que es porque uno lo dice que se constituye el cuerpo como un hecho, es Uno, el mío, porque yo lo digo.

En esta misma línea de pensamiento, podemos afirmar que el animal no tiene cuerpo; pero es un organismo. Si el hombre puede decir: Tengo un cuerpo, es que para un organismo hay un significante que lo hace uno. Durante este período Lacan se consagra a desarrollar lo que en ello es del orden del inconsciente y podemos percibir que su manera de aproximarse al cuerpo está modificada por esto. Así señala:

"La imagen del cuerpo forma parte de estas primeras imágenes de las que son resultado los símbolos naturales". Seminario El Yo en la Teoría de Freud [xxviii] .

Muchos elementos ligados con la estructura corporal así como con la experiencia vivida del cuerpo son utilizados para nutrir lo simbólico: los excrementos son el objeto significativo del don, la retención aquel del rehusamiento.

"De esta manera el significante entra en lo imaginario, y así se asiste al advenimiento en el significante de todas las pertenencias del cuerpo".

Seminario La Relación de Objeto [xxix] .

Las diversas partes del cuerpo, en efecto, pueden servir de significantes, es decir, ir más allá de su función en el cuerpo vivo. "Es así que el falo, a partir del órgano corporal, el pene, se vuelve significante princeps con el cual el cuerpo va a ser identificado, funcionando así como apuesta del ser" [xxx] .

Es lo que Lacan desarrolla claramente en este texto:

"Falo: en el origen para el sujeto no es algo distinto a un punto de voluptuosidad de su propio cuerpo y, seguramente mucho menos sujeto a caducidad que otros elementos; que tuvieron alcance de significante en su demanda anterior a este elemento; este punto de su cuerpo por su relación orgánica con él mismo, es más que cualquier otro; de manera que en la aprehensión de una cadena metafórica en la metáfora paterna, debe jugar como tal su rol para hacer un significante que al mismo tiempo, se vuelva un significante absolutamente privilegiado de esta relación con el Otro; del Otro, que haga un significante absolutamente central del inconsciente". Seminario Las Formaciones del Inconsciente [xxxi] .

Textos principales que tratan del cuerpo en este período:

1. Los escritos técnicos (1953-1954), en particular las sesiones de Abril de 1954.

2. La relación de objeto (1956-57), en particular las sesiones del 11de diciembre de 1956. y febrero de 1957.

3. La identificación (1961-62), en particular las sesiones de Febrero de 1962 y Junio de 1962 [xxxii] .

4. La angustia (1962-63), en particular las sesiones de Ene de 1963 y Mayo de 1963 [xxxiii] .

El seminario Los cuatro conceptos fundamentales (1964) [xxxiv] , marcan la vuelta decisiva operada por Lacan en particular el capítulo IV donde condensa un bosquejo que será desarrollado durante los 10 años siguientes.

Lacan puede hacer creer que tenía la magia de la palabra, pero se dio cuenta que la palabra no era suficiente. Si en 1953, plantea la palabra como mediadora (decir por ejemplo, Tu est ma femme; tú eres mi mujer, que se puede escuchar por homofonía, maté a mi mujer), ésta entonces tiene poder de engendramiento. Es a partir de 1964, que excluye que sólo la palabra sea fundamento.

Encontramos algunas afirmaciones nuevas y que parecen muy categóricas, tales como no hay universos de discursos o no hay metalenguaje , nada es todo, o aún el Otro no existe. Todo el esfuerzo de búsqueda de Lacan consiste en mostrar los límites de la palabra; lo que hace el límite de un tierra, es el litoral, lo que hace el límite de una palabra es lo literal (la letra no es la palabra).

En realidad, no hay respuesta si se considera al Otro como completo; es necesaria otra lógica basada en el Otro. Durante todo este período, Lacan desarrollará esta nueva lógica a propósito de la cuestión del acto, y en particular del acto sexual. Prácticamente la pregunta planteada es: ¿ hay un acto que una un ser masculino y un ser femenino? Lo esencial de la respuesta es: es por la fantasía que uno alcanza al partenaire.

¿Con qué un cuerpo puede aproximarse a otro cuerpo? ¿cómo intentar la aproximación sexual sin la fantasía? El único apoyo para alcanzar al partenaire es esta lógica de la fantasía.

Que no hay relación sexual, anota ante todo en el acto sexual que cada uno de los participantes no se enfrente nunca con otra cosa que no sea el objeto de su fantasía, porque una simbolización de este objeto, de los significantes que están en juego en la gramática de esta fantasía, permite que esta última intervenga en su función que consiste en volver al deseo apto para el placer.

Es por esta barra del Otro A (es decir, que puede haber falta en el Otro) que Lacan ve la posibilidad de pasar de la palabra (del simbólico) al Real. El gran Otro no es solamente el lugar del tesoro de los significantes, sino del cuerpo, del cuerpo troceado, del cuerpo marcado. Este enunciado: "el gran Otro como lugar del cuerpo" es una afirmación crucial y nueva para Lacan.

En el transcurso del seminario La lógica del fantasma (1966-67) [xxxv] , mientras que durante todo el principio del seminario no mencionó por así decir el cuerpo, de una manera muy brusca en el curso del mes de mayo y de junio las ocurrencias de la palabra cuerpo abundan en su texto.

“Allí sostuvimos por primera vez que ese lugar del Otro ha de tomarse en el cuerpo y no en otra parte, que no es intersubjetividad, sino cicatrices sobre el cuerpo, tegumentos, pedúnculos que se enchufan en sus orificios para hacer las veces de toma corriente, artificios ancestrales y técnicos que lo roen” En el resumen del seminario que hizo para el anuario de L'E.P.H.E. (1967-68) [xxxvi] .

Es en efecto, una “articulación nueva” que enuncia en la sesión del 10 de mayo de.1967:

“En este punto, entonces, ¿qué es este Otro? ¿Cuál es su sustancia? me he dejado decir, ya que en verdad hace falta creer ya que me dejo decir cada vez menos, pues no lo escucho más, que yo camuflaba, en ese lugar del Otro, el espíritu. Lo molesto es que es falso.

El Otro, finalmente, y si ustedes no lo han adivinado ¡el Otro es el cuerpo! ¿por qué se llamaría algo como un volumen un objeto, en tanto sometido a las leyes del movimiento, un cuerpo? ¿por qué se hablaría de la caída de los cuerpos? ¿qué curiosa extensión de la palabra “cuerpo”? ¿qué relación hay entre una pelota que cae de la torre de Pisa y el cuerpo? no es más que a partir de esto, que desde el principio el cuerpo, nuestra presencia de cuerpo animal es el primer lugar donde meter inscripciones, el primer significante”.

Y Lacan reitera su declaración en la sesión del 30 de mayo de l967.

“Para aquellos que vuelven hoy después de haber seguido un tiempo mi enseñanza, es preciso que señale lo que introduje de nuevo en estas últimas veces como nuevas articulaciones. Una importante que data de nuestro antepenúltimo encuentro, es seguramente haber designado... el lugar del Otro: en el cuerpo. El cuerpo mismo es este lugar de origen, este lugar del Otro, en tanto que es ahí que, que de origen, se inscribe la marca en tanto que significante”.

Al establecer las articulaciones: entre el gran Otro, el objeto (a), el inconsciente y el cuerpo; Lacan pone al cuerpo de lado del psicoanálisis y no del lado de la psicología o de la biología; es de esta manera que el cuerpo tiene un lugar en la apuesta lacaniana.

Reconstruyamos otras reflexiones de Lacan que conciernen al cuerpo, por el costado de la fantasía o por el costado del goce.

La fantasía contiene al objeto (a) causa del deseo; para hacer la fantasía, es necesario del cuerpo: “el seno, el escíbalo, la mirada, la voz : éstas piezas desprendibles, sin embargo, enteramente ligadas al cuerpo. He aquí de lo que se trata en el objeto (a)”. La lógica del fantasma , 16 noviembre 1966.

Respecto al goce Lacan introduce las dos palabras: goce y acto sexual. Instaura al Otro como valor de goce, quien toma apoyo en la detumescencia indicando así que hay un límite. El goce es el lugar del acto, y “no hay otro goce que el de mi cuerpo” (Lógica del fantasma), del cuerpo propio ("de" Siendo tomado en el sentido genitivo objetivo).

Refiriéndose a Hegel y a la Dialéctica del Amo y del Esclavo, pero modificándola algo. Lacan es conducido a la pregunta; ¿esto de lo que gozo, el otro goza de ello? Y cuya respuesta afirma que hay separación entre el cuerpo del Otro y su goce. Estamos en la posición opuesta del perverso, para el cual, el goce del otro es homogéneo al suyo.

Principales textos que tratan al cuerpo en este período:

1. Problemas cruciales del psicoanálisis (1965-1966) [xxxvii] , en particular las sesiones de marzo 1965.

2. La lógica del fantasma (1966-67), en particular las sesiones de mayo y junio 1967.

3. Radiofonía: Junio/70.

4. ...O Peor (1971-72) [xxxviii] , en particular la sesiones de junio 1972.

5. Aún (1972-1973) [xxxix] , en particular las sesiones de noviembre 1972 y mayo 1973.

En los seminarios a partir de 1973, Lacan da una gran importancia al nudo borromeo, pero su preocupación parece ser el anudamiento del nudo, en particular del simbólico al imaginario, y del imaginario al real.

En el seminario Les Non-Dupes Errent (1973-1974) [xl] Lacan habla del cuerpo como algo mucho más “difícil que lo que conocen los anatomo-biologistas” (20 de noviembre 1973) y no lo conocemos más que de manera ambigua; al nivel de los tejidos nada se parece más a un cuerpo masculino que un cuerpo femenino, y sin embargo, hay este truco del sexo... ( 9 de febrero 1974).

En este mismo seminario, Lacan se pregunta sobre lo que podría caracterizar al cuerpo. Decir que es la vida, es una respuesta que es difícil de no hacer, porque el cuerpo parece efectivamente defenderse contra lo que queda de ello, cuando no tiene más la vida, pero la vida es otra cosa que el conjunto de fuerzas que se oponen a la resolución del cuerpo en cadáver (11 junio de 1974).

¿Sería entonces la reproducción? La estabilidad estructural puede dar una forma de presencia al cuerpo; el cuerpo tiene una forma, una morfogénesis; eso se reproduce...(11 junio de 1974). Todo eso no define lo que puede ser la característica del cuerpo.

Algunas sesiones antes, Lacan había dicho:

“El animal se distingue por subsistir no solamente, en cuerpo, pero este cuerpo como tal, no tiene identidad... que, en tanto que consiste y que consiste en un cuerpo, de lo que se trata es de un goce ( jouisance- jouit-sens) , y de un goce, que según nuestra experiencia resulta ser distinto a lo que es del goce fálico”. Seminario Les Non Dupes Errent, (21 de mayo de 1974).

Con Lacan se entiende, entonces, que tener un cuerpo no viene de un imaginario a partir de lo especular, como lo enseñó al principio de su búsqueda; al hacer referencia a la homología, a la semejanza precisamente esta parte que es de tal manera vacilante cuando se trata del ser hablante (21 de mayo 1974).

Hay que señalar, que el goce fálico no tiene el mismo peso que el goce de dos cuerpos que gozan uno del otro (25 de mayo de 1974); es pues de otro imaginario del que se trata aquí, y que se engendra a partir del objeto a.

"La definición misma de un cuerpo, es que éste sea una sustancia gozante... es la única cosa que con excepción del mito sea verdaderamente accesible a la experiencia. Un cuerpo goza de él mismo; él goza bien o mal, pero es claro que este goce lo introduce en una dialéctica donde es preciso indiscutiblemente otros términos para que eso se sostenga de pie, a saber, nada menos que este nudo". Seminario Les Non-dupes Errent, (12 de marzo de 1974).

Para mostrar este nuevo imaginario a partir del objeto a, Lacan escribió cómo este objeto se acorrala en un nudo, el nudo borromeo ligando los tres órdenes: imaginario, simbólico y Real, equivalentes aunque distintos. Ahora bien, este nudo no tiene consistencia más que de cuerda y no de saco: x tiene un cuerpo por el hecho que él pertenece a los tres órdenes.

Cuando se trata de nudo, la palabra consistencia que utiliza Lacan a partir de esta época evoca no solamente solidez, cierre, cohesión, sino también sostenerse en conjunto.

Tomemos dos definiciones que da Lacan:

“Cuando lo que soporta el cuerpo... es la línea de la consistencia... es muy precisamente algo que ustedes sólo tienen aspecto de ser lo que resiste, lo que consiste antes de disolverse”. Seminario R .S. I. ( 8 de marzo de 1975) [xli] .

El otro enunciado, es extraído del seminario el Síntoma:

“¿Qué quiere decir la consistencia? eso quiere decir lo que sostiene en conjunto y es por eso efectivamente, que por ahora está simbolizado por la superficie...” .Seminario El Síntoma (10 de febrero de 1976) [xlii] .

En este punto hay una dificultad contra la cual reacciona Lacan. Si todos naturalmente simbolizamos lo que se sostiene en conjunto por una superficie es efectivamente en razón de nuestra pobreza; pobres de nosotros diría él. Sentimos nuestro cuerpo como piel reteniendo en su saco un montón de órganos, cuando es otra cosa de lo que se trata, pues el saco sería olvidar el nudo.

El recurso de Lacan a la topología se corresponde con su idea de que el psicoanálisis necesita realizar una crítica de la “estética” que define nuestras formas habituales de intuir e imaginar, coherente con la concepción euclidiana y cartesiana de un espacio de tres dimensiones: largo, ancho y profundidad, topológicamente esferizable. Lacan objeta que sea esta la única manera de concebir el espacio.

Es en una de las conferencias en las universidades de Norteamérica (1975) [xliii] que nos dijo:

“Los nudos, esos no se imaginan” y dice también “los nudos son la cosa a la cual somos más rebeldes”. Esto concuerda tan poco con el lado envuelto-envolvente de todo lo que respecta al cuerpo que considero que romper en la práctica, de los nudos, es romper la inhibición. La inhibición: “el imaginario se formaría de inhibiciones mentales”.

El cuerpo es a tres dimensiones, es decir, que si no nos contentamos con apariencias y si buscamos ir más lejos, estamos conducidos a colocar el cuerpo en el anudamiento del Simbólico, del Imaginario y el Real.

Aunque estemos tentados a colocar el cuerpo del lado del Real. En su exposición del VII Congreso de la Escuela Freudiana en Roma (1 de noviembre de 1974) [xliv] , que constituye, por así decirlo, su segundo discurso de Roma, Lacan precisa bien su posición con relación al cuerpo.

En el esquema del nudo borromeo ( Fig.4 ) que presenta para este momento, el cuerpo está muy claramente situado del lado del imaginario, y lo explica:

“El cuerpo, se introduce en la economía del goce -de ahí partí yo- por la imagen del cuerpo. La relación del hombre... con su cuerpo, si hay algo, que subraya muy bien que es imaginario es el alcance que tiene en ella la imagen. Desde el principio, subrayé muy bien a fin de cuentas esto debía tener una razón en lo Real, y que la prematuración de Bolk -esto no es mío es de Bolk, yo no busqué ser original, busqué ser lógico- es lo único que explica esa preferencia por la imagen, que surge de que él anticipa su maduración corporal, con todo lo que ésta entraña por supuesto, a saber, que no puede ver a uno de sus semejantes sin pensar que el tal semejante le quita su lugar y, naturalmente lo execra”

Esto no es una simple repetición de su posición de principio, años antes de 1953; el cuerpo si no es ajeno al Real, no es tampoco para situarlo de este lado. Los esquemas que presenta para explicarse mejor, nos permiten hacer una observación sobre la posición de Lacan:

“Hice un pequeño esquema, si este es el caso en lo tocante al goce del cuerpo en tanto que él es goce de la vida, la cosa la más sorprendente, es que este objeto, el "a" separa este goce del cuerpo del goce fálico. Por eso, es preciso que vean cómo se hace el nudo borromeo" [xlv] .

En los esquemas que hace del nudo borromeo, inscribe el cuerpo en el círculo del imaginario. Parecería claramente que en esta época Lacan sitúa el cuerpo del lado del imaginario y distingue muy claramente el goce del cuerpo, i.e., el goce de la vida del goce fálico, quien está por el contrario del lado del simbólico.

Observaciones sobre las pulsiones conducen a Lacan a desarrollar la cuestión de los orificios del cuerpo.

Así, en el seminario, el Síntoma:

“Ellos no se imaginan que las pulsiones son el eco en el cuerpo del hecho de que hay un decir, pero que este decir, para que resuene, para que consuene es preciso que ahí el cuerpo sea sensible, y que lo es, es un hecho. Es porque el cuerpo tiene algunos orificios de los que el más importante es la oreja, por que no puede cerrarse, por esa causa responde en el cuerpo lo que llamé la voz”. Seminario Le Sinthome (11 de mayo de 1976).



Que el cuerpo tenga agujeros... Eso conduce a Lacan a una comprensión no solamente no esférica del universo del cuerpo, sino a concebir otra especie de espacio, lo que lo conduce a enunciar esta nueva afirmación: el cuerpo tiene una estructura tórica. (Cf. Las dos siguientes presentaciones de la figura topológica del toro, fig. 7 Superficie presentada en 3 D y Fig. 8, una representación en sistema diédrico).

Esta presentación tridimensional tiene el inconveniente de no permitir visualizar el pasaje interior-exterior


Así en el seminario L'Insu que Sait de l’ une-bévue s'aile a Mourre (1976-1977) [xlvi] , Él desarrolla su pensamiento:



“Así hay evidentemente dos cosas: hay dos espacios de agujeros: el agujero que se abre a lo que se llama el exterior. Eso da cuenta de lo que se trata en cuanto al espacio... Este toro en cuestión, no parece ser enseguida lo que se llama cuerpo. Pero vamos a ver que es suficiente con darle la vuelta, no como se da la vuelta a una esfera, porque un toro eso se voltea de otra manera”. Seminario L’Insu que Sait... (16 de noviembre de 1976)



Y este otro texto:



“El viviente se considera a sí mismo como un bolsa, pero con el tiempo a pesar de todo, se da cuenta que no lo era, porque no se había dado cuenta que estaba organizado, quiero decir, lo que se ve del cuerpo viviente, como lo que llamé trique el otro día...Es bien evidente que es de esa manera como se construye, lo que conocemos del cuerpo como consistente. Aquí está la boca y aquí la boca exterior solamente este trique no es nada distinto a un toro”. L’Insu que Sait... (14 de diciembre de 1976).

Cuando Lacan recurre a la inversión de la envoltura, de la superficie del toro, es decir, que hace pasar del interior al exterior y del exterior al interior; no trabaja más sobre la imagen en el espejo, como lo hacía en la época del esquema óptico; está en el "guante" en la "envoltura" esta nueva forma de concebir el cuerpo como estructura tórica, lo conduce a articularlo no más con relación a la dimensión imaginaria como única o principal, sino en función del Imaginario, del Simbólico y del Real, estando cada una de estas consistencias en igualdad con las otras dos.

La existencia de los agujeros del cuerpo consienten concebirlo como teniendo una estructura tórica, que permite la comunicación entre interior y el exterior.



En resumen, con la introducción del nudo borromeo, hay equivalencia entre las tres categorías: Imaginario, Simbólico y Real. La supremacía del simbólico está abolida. Podemos pensar el término cuerpo como un término operatorio que designa de entrada la consistencia topológica de cada uno de los términos Imaginario, Simbólico y Real, considerados cada uno de ellos en su unidad, pero también y ante todo la consistencia del nudo como tal ; el anudamiento, que hace sostenerse en conjunto las tres consistencias de manera que no se desbalaguen. Es decir, lo que hace a la subjetividad. El ensamblaje de sus elementos y el término cuerpo van a determinar lo que se relaciona con esta operación por la que hay ensamblaje o no. Por ejemplo, para que la imagen del yo sostenga al simbólico ( i.e., la relación entre imaginario y simbólico).



Designar al cuerpo término operatorio, es por el hecho de que cada una de las nominaciones real, simbólico, imaginario se soporta de un cuerpo, que cada una tiene una consistencia propia, decía, que no son ideas o conceptos “Hay un cuerpo el imaginario, un cuerpo del simbólico, es lalengua y un cuerpo del real del que uno no sabe cómo él sale” (16 de noviembre 1976) en L’Insu que sait de l’une bévue... , estas consistencias tienen una alteridad radical no reductible a la mentalidad: el pensamiento es la extensión, nos dice en su intervención denominada La troisième.



Ahora bien, cuando Lacan afirma que el pensamiento es extensión admitiendo la existencia de trama común entre pensamiento y cuerpo concibe a ambos como continuidades espaciales. Lo pensado tanto como lo pensable, es entonces representado como un espacio continuo. Freud al separar el inconsciente, en el sentido radical del término, de lo pensado y de lo pensable, lo concibió como un factor fundamental de discontinuidad. En ese sentido. podemos ahora en consecuencia subrayar que mientras la trama común que constituye pensamiento y cuerpo es representable como continuidad espacial, lo inconsciente interviene allí como disrupción o interrupción de la continuidad.



A partir de lo enunciado, comprobamos que Lacan conduce a revisar la idea de la ciencia moderna en su apoyo en la separación cartesiana de pensamiento y extensión, para proponer que allí encontramos una diferencia y división más fundamental, entre el inconsciente y la representación como extensión.



Ahí es donde se detiene la investigación de Lacan. Principales textos que tratan del cuerpo en este período:



1. Televisión (1973) [xlvii]
2. Les non-dupes Errent (1973-1974), en particular la sesión de marzo/74 y de Junio/74.
3. R.S.I. (1974-1975), en particular la sesión de Diciembre/74

4. Conferencia en las universidades de Norteamérica

5. VII Congreso de L ’Ecole Freudianne Noviembre de 1974, “La tercera” ( La troisième) Discurso del congreso en Roma.

6. El Síntoma (1975-76) en particular las sesiones del 5/76.

A modo de conclusión

Lacan habló del cuerpo, e incluso habló mucho, habló de ello como un soporte. El cuerpo no es un concepto al mismo título, que, por ejemplo, el inconsciente, la transferencia, la resistencia... el significante, más bien el tiró del lado de lo analítico, en tanto que soporte del significante y como formando parte de la tríada, R.S.I.



En la enseñanza de Lacan (1953-1977) hemos podido recorrer, cómo es que salió de la problemática cuerpo-alma, al instaurar el cuerpo en el lenguaje tomado en la tríada cuerpo-lenguaje-deseo. El cuerpo es sin alma, es cuerpo de goce, y luego de deseo. Contrariamente a la filosofía tradicional que define al hombre como siendo un cuerpo y un alma. Lacan en su seminario Aún, manifiesta: ¿quién no ve que el Alma no es otra cosa que la identidad supuesta del cuerpo ese, con todo lo que se piensa para explicarla? En suma, el alma es lo que se piensa a propósito del cuerpo, del lado del mango” [xlviii] Frente al saber médico los fenómenos psicosomáticos parecen marcar la imposibilidad de tener todo por el mango.



Si se habla de lo somático, hay un valor como soporte de relaciones significantes pero no un efecto de continuidad entre lo psíquico inconsciente y lo corpóreo. La corporeidad sirve de soporte a una estructura significante. Es preciso deslindar, aquí, la concepción psicosomática en la que se habla de una conjunción entre lo corporal y el psiquismo inconsciente, sin que sea especificada la naturaleza como sistema o como función simbólica. Puesto que si se habla de sentido en un fenómeno corporal no se ve de qué manera ese sentido es un producto. Hablar de lo corpóreo no como una conjunción somatopsíquica, sino funcionando como soporte literal, presupone que esas funciones están marcadas imaginariamente en un cuerpo libidinal que está funcionando simbólicamente.

Digamos que el conjunto descrito con este nombre de cuerpo por la anatomofisiología, el de la corporeidad descriptiva, no corresponde a ese cuerpo, más específicamente determinado en el psicoanálisis.

¿Cómo encontrar en las láminas descriptivas ese órgano fantasma que es el pene de la mujer, ni en el metabolismo de las necesidades fundamentales a ese objeto alucinado que es el seno perdido? Se pregunta Leclaire (1984) [xlix] .



Este pensamiento ofrece nuevas posibilidades de pensar el cuerpo percibiendo la necesidad de subvertir la representación habitual que tenemos del espacio. En esta labor tuvo utilidad la topología que haciendo lugar a nuevos modos de pensar permitió concebir de una manera diferente de lo que corresponde a la res extensa cartesiana , este punto de vista se corresponde con su crítica a la Estética que define nuestras formas habituales de intuir y de imaginar.



Es a este título que Lacan le dio un lugar al cuerpo en su teoría analítica, e incluso un lugar nada despreciable del todo, pues permite poner en discusión el binarismo que aqueja a la llamada clínica psicosomática y con este carácter posibilita a su vez una clínica de los avatares del cuerpo analítica y no médica




[i] En la intervención de Jacques Lacan en la mesa redonda sobre: El lugar del psicoanálisis en la medicina. Publicada en Cahiers du Collège de Médecine, 1966, 7 p.761-774

[ii] Ibid., pág. 769

[iii] Jacques Lacan, en Les non dupes errent Seminario Inédito, 12. marzo de 1974 .

[iv] Sugerimos entrar al siguiente link
http://newweb.cecm.sfu.ca/cgi-bin/KnotPlot/fgetknot?736,969

[iv] L’émergence de la sexualité. Epistémologie historique et formation des concepts. Bibliothèque ALBIN MICHEL Idées. París, 2005.

[v] Dany -Robert Dufour, Les mystères de la trinité, Gallimard, París, 1990, p.10

[vi] Jaques Lacan, Problèmes cruciaux par la Psychanalyse (1964-1965) Seminario Inédito. 13 de enero de 1965.

[vii] Jaques Lacan, R. S. I. , Seminario Inédito. 18 de febrero de 1975.

[viii] Y a la inversa, de los 30 años de su seminario y sus registros, encontramos que la palabra cuerpo se repite 873 veces. Lo que no quiere decir que siempre se refiera a lo mismo, hemos descartado la palabra cuerpo en contextos como “el cuerpo del texto”, “cuerpos cosmológicos,” “cuerpos sociológicos”, etc.

[ix] Jacques Lacan, Los cuatro conceptos fundamentales del psicoanálisis (1963 - 1964). Libro 11, Ed. Paidós ,Barcelona, 1987. pág. 53.

[x] Jacques Lacan, "Subversión del sujeto y dialéctica del deseo en el inconsciente freudiano", en Escritos t.1, Ed. Siglo XXI, México, 1984, pág. 804.
[xi] Jacques Lacan, Los escritos técnicos de Freud (1953-1954), Libro 1, Ed. Paidós, Barcelona, 1981, pág. 387.

[xii] Expresión oral en un Seminario sostenido en México.
[xiii] Jacques Lacan , "Motivos del Crimen paranoico: el crimen de las hermanas Papin", en De la Psicosis Paranoica en sus Relaciones con la Personalidad, Ed. Siglo XXI, México, 1984, págs. 338-346.

[xiv] Jacques Lacan , en "Acerca de la causalidad Psíquica", En Escritos t.1, Op. cit., págs. 181.
[xv] Jacques Lacan, La Familia, Ed. homo Sapiens, Argentina, 1977

[xvi] Op. cit.

[xvii] Escritos, T.1, Op. Cit.,págs..86-93

[xviii] Jacques Lacan, "Some Reflections on the Ego". International Journal of Psychoanalysis, No. 34, 1953, Págs.11-17.

[xix] Que no se corresponde con el nudo borromeo, el 8 de julio de 1953 se trata de los “ “tres ordenes” que propone como necesarios para comprender cualquier cosa que sea de la experiencia psicoanalítica”, de categorías eficaces cuya función pudiera identificarse con los instrumentos exteriores a la experiencia. En el año, 1975, en el seminario R. S. I. Lacan no sólo reelabora su concepción, del síntoma, sino la de sus propios registros. Con el nudo borromeo de RSI dice que: el anudamiento –borromeano- de tres dimensiones real, simbólico, imaginario, escribe la estructura del sujeto. Sea cual sea el asunto que enfrenta el psicoanálisis en la clínica, no se trata jamás de otra cosa que no sea el sujeto. Seminario RSI, Inédito. 16 de diciembre de 1975, versión Cho.

[xx] Jacques Lacan , Le désir et son interprétation 1958-1959, Seminario Inédito. Sesión 16 de marzo de 1959.

[xxi] Op. Cit. , sesión del 17 de abril de 1954. Pág. 128 y 217-240.

[xxii] Jacques Lacan, Les Formations de L’ inconscient, Seminario Inédito, sesión 12 de marzo de 1958.

[xxiii]. Jacques Lacan , La Relación de Objeto (1956-1957). Ed. Paidós, Barcelona, 2004, sesión del 5 diciembre de 1956 p. 43-60 ; 16 de enero de 1957, p.113-132.

[xxiv] Op. cit., pág. 179.

[xxv] Recordemos que Nicolas de Cusa culmina en la asombrosa transferencia al Universo de la caracterización seudo hermética de Dios: “Una esfera cuyo centro está en todas partes y la circunferencia en ninguna” Este famoso dicho que describe a Dios como una Sphare cuius centrum ubique, circumfentia nullibi.

[xxvi] . Jaques Lacan, "Función y Campo de la Palabra en el Psicoanálisis", En Escritos 1, Op. Cit., págs.301.

[xxvii] . Jacques Lacan, en Psicoanálisis, Radiofonía y Televisión. Ed. Anagrama, Barcelona, 1977, págs. 9-83.

[xxviii] . Op. cit., pág. 352

[xxix] . Op. cit., sesión 27 febrero 1957.

[xxx] . Müller-Richardson, J., Ouvrir Les Ecrits de Jaques Lacan, Ed. Payot, París, 1987, pág. 181.

[xxxi] . Lacan, J., Op. Cit., sesión 25 junio 1958.

[xxxii] . Seminario L’ identification (1961-1962), Sesión de Feb/62 y 2 Jun 1962. Versión JL.

[xxxiii] . Seminario L’ angoisse (1962-1963); Sesiones de enero 1963 y Mayo 1963. Versión, JL

[xxxiv] . Jacques Lacan, Los Cuatro Conceptos Fundamentales del psicoanálisis(1963-1964), sesión 5 de feb. 1964, Op. cit., pág. 50-60.

[xxxv] . Seminario Inédito. Sesiones 5, 6 y 16 de Nov. 1966; 10 y 31 mayo 1967 y junio 1967.

[xxxvi] . Jacques Lacan, en Autres Écrits, Collections le champ freudien, aux editions du Seuil, París, pág. 327.

[xxxvii] . Seminario Inédito.

[xxxviii] . Seminario Inédito.

[xxxix] . Seminario Aún . Op. cit., sesiones Noviembre de 1972 y Mayo 1973. , págs. 9-19 y 127 -141.

[xl] . Seminario Inédito. Sesiones del 20 noviembre 1973; 19 y 29 de febrero 1974; 12 de marzo; 21 y 25 mayo 1974; 11 junio l974.

[xli] . R. S. I., Seminario Inédito. Sesiones Dic. 1974; 13 Enero 1975; 18 Febrero 1975.
[xlii] . Le Sinthome. Seminario Inédito. Sesiones 18 Noviembre 1975; 10 Febrero de 1976; 11 Mayo 1976.Versión Tailandier.

[xliii] . Scilicet No. 6/7. Revista de L 'École Freudienne, Aux. éditions du Seuil, Paris, 1975. Págs. 59-60.

[xliv] . Lacan. J.; “ La troisième”, Lettres de l’école freudienne , N° 16, 1975, págs. 177-203 .

[xlv] . Ibíd., pág. 190.

[xlvi] . L’ Insu que sait de l’une bévue s’aile a mourre (1976-1977). Seminario Inédito, sesiones 11 de noviembre de 1976 y 14 diciembre de 1976.

[xlvii] . En Psicoanálisis, Radiofonía, Op. cit., págs. 83-135.
[xlviii]. J. Lacan, (1981) Seminario XX Aun 1972-1973. Barcelona, Ed. Paidós, pág.134

[xlix] . Serge Leclaire, Psicoanalizar, Ed. Siglo XXI, México, 1984, pág. 92.




[*] Psicoanalista. Miembro de la École Lacanienne de Psychanalyse. Psicoanalista. Miembro de L'école Lacanienne de Psychanalyse. Habita en México. Doctorado en Psicología Clínica por la Universidad Nacional Autónoma de México. Realiza un recorrido minucioso por los textos de Jacques Lacan a propósito del cuerpo y sostiene un seminario sobre esta temática en la Alianza Francesa San Ángel, en Ciudad de México desde el año 2003. Se ha interesado particularmente por la subjetividad de quienes están aquejados por las problemáticas llamadas autoinmunes. En su interés por los asuntos del cuerpo sus expresiones y sus figuras, conjunta el psicoanálisis y las matemáticas a través de su contacto con rela topología. Una versión recortada de este texto fue presentado en la jornada con Leo Bersani "La sociabilidad y el ligue", Psicoanálisis y sexualidad Gay. Abril 2001. El presente artículo ha sido publicado originalmente en el sitio web de la Revista Carta Psicoanalítica. http://cartapsi.org/

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