miércoles, 17 de marzo de 2010

ARTE DEL SIGLO XX Siqueiros y su influencia en Jackson Pollock

"Pollock tomó lecciones con Siqueiros y desarrolló un material aleatorio. Luego tomó ideas de Orozco y volvió a la figuración", explicó Robert Storr, ex curador de la Bienal de Venecia, durante un encuentro con curadores de talla internacional en Bellas Artes.
Por: Patricia Kolesnicov

Sin Siqueiros, Jackson Pollock no hubiera existido. Sin Orozco, Jackson Pollock no hubiera existido". Quien decía esto esto, para orgullo latinoamericano de la audiencia que lo escuchaba ayer en el Malba, era Robert Storr, ex curador del Museo de Arte Moderno de Nueva York (MoMA) y de la Bienal de Venecia 2007 y actual Decano de la Escuela de Arte de la Universidad de Yale.

No es poca cosa. Pollock (1912-1956) es uno de los más importantes pintores del Siglo XX. David Alfaro Siqueiros y José Clemente Orozco son dos de los grandes muralistas mexicanos. Y Pollock pasó por el taller de Siqueiros.

Decía ayer Storr: "En la Historia del Arte estadounidense, Pollock está asociado a Siqueiros en un párrafo. Ese párrafo va a decir que lo conoció, que trabajó con él, punto. Había un increíble tabú sobre Siqueiros. Que tenía algo que ver con política (Siqueiros era comunista), pero más con cierta indiferencia por lo que pasaba en México y cierta vergüenza porque el arte mexicano fuera tan fuerte e influyente en el arte norteamericano. Esta vergüenza no era compartida por todo el mundo: Alfred Barr, el fundador del MoMA, veía lo que pasaba en el arte latinoamericano como algo central en los comienzos del arte contemporáneo".

"Pollock tomó lecciones con Siqueiros y desarrolló un material aleatorio. Luego tomó ideas de Orozco y volvió a la figuración", explicaba Storr.

"Entre los colegas de Pollock siempre hubo cierta consternación sobre de dónde había sacado lo suyo. Y uno de ellos dice: 'Todos estábamos mirando a Matisse, a Picasso, a Miró y no llegamos ahí. Pollock estaba mirando a los mexicanos y llegó'. La libertad que esos artistas le dieron y la sensación de estar metidos en un fenómeno en evolución y no en un capítulo ya escrito del modernismo fue lo que hizo la diferencia."

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