jueves, 19 de agosto de 2010

La protesta de la Scala de Milán contra Berlusconi llega al Colón

Los representantes de los trabajadores del teatro italiano Milán decidieron llevar su protesta contra la política del gobierno en sus viajes internacionales, y específicamente a los conciertos del 29 al 31 de agosto en el Teatro Colón.

APOYO. La iniciativa fue apoyada inmediatamente por los trabajadores del Teatro Colón, quienes afirman que ellos también están sujetos a los mismos problemas de recorte de presupuesto.

Los representantes de los trabajadores del Teatro La Scala de Milán decidieron llevar su protesta contra la política del gobierno de Silvio Berlusconi hacia ellos en sus viajes internacionales, y específicamente a los conciertos del 29 al 31 de agosto en el Teatro Colón de Buenos Aires, en ocasión del bicentenario de Argentina.

Las tres funciones en el Colón, bajo la batuta del director argentino Daniel Barenboim, estuvieron a punto de ser canceladas a causa de la protesta gremial, y sólo a finales de julio los sindicatos de los trabajadores (FIALS y CGIL) revocaron la huelga que habían convocado para esas fechas.

En lugar de la huelga, decidieron, harán llegar la protesta a Buenos Aires, una iniciativa que fue apoyada inmediatamente por los trabajadores del Teatro Colón, quienes afirman que ellos también están sujetos a los mismos problemas de recorte de presupuesto.

Es así que los sindicatos publicaron en su blog en Internet(www.lavoratoriscala.splinder.com) el texto de un volante bilingüe, en italiano y español, que será distribuido en ocasión de los espectáculos en Buenos Aires.

El texto afirma que "la cultura es un bien colectivo y así debe seguir siendo, libre de lógicas económicas, porque su riqueza es la creatividad y la elevación de la conciencia de los seres humanos: esto vale también para el Teatro de la Scala de Milán, que corre el riesgo de ser privatizado y de tener que responder al mercado".

Los trabajadores de la Scala afirman que "Berlusconi y su ministro para los Bienes Culturales Sandro Bondi, elaboraron un decreto de ley el 30 de abril de 2010, sucesivamente discutido y transformado en ley, en el cual fueron introducidas normas en materia de espectáculos y actividades culturales, un hecho indudablemente grave e inconstitucional".

"El gobierno italiano, con esta ley, centraliza en sí mismo el control de la producción musical y teatral italiana y dispone de un recorte de financiamientos económicos públicos para espectáculos y cultura", que "a la larga pesarán sobre la calidad y la cantidad de los espectáculos", mientras "los trabajadores precarios se encuentran en riesgo de perder el trabajo o de ser trabajadores precarios de por vida".

Ante este panorama, a su vez, los sindicatos piden a sus colegas argentinos que expresen su "solidaridad con la lucha de los trabajadores del teatro de la Scala para la defensa de la Cultura como bien público y universal".

En la misma página del blog donde fue publicado el doble texto del volante ya se pueden leer algunos comentarios de trabajadores argentinos del Colón, que se ofrecen para distribuir el manifiesto, explicando que ellos mismos afrontan dificultades comparables a las de la Scala.

El gobierno de la ciudad de Buenos Aires, a cargo de Mauricio Macri, reabrió el Colón después de varios años de obras, el 25 de mayo de 2010, pero trabajadores y artistas denuncian baja de presupuesto, exclusión de personal con trayectoria de muchos años y, en general, una orientación elitista para el funcionamiento del teatro.

Además de los conciertos en el Colón, Barenboim brindará el sábado una presentación gratuita con su orquesta de jóvenes árabes e israelíes en la ciudad de Buenos Aires. El ministro de Cultura de la Ciudad de Buenos Aires, Hernán Lombardi, informó hoy que el concierto se realizará a frente al Obelisco de la capital argentina y estará a cargo de la Orquesta West-Eastern Divan, que Barenboim y el intelectual palestino Edgard Said crearon en 1999 con músicos jóvenes, árabes e israelíes.

Durante el concierto en el obelisco la West-Easter Divan interpretará bajo la batuta de Barenboim la Overtura Leonore III y la Quinta Sinfonía de Beethoven: el escenario estará ubicado en la Plaza de la República, al pie del Obelisco, y enfrente se colocarán 5.000 sillas y habrá también dos pantallas de grandes dimensiones para una mejor visualización del espectáculo.


Fuente: ANSA.

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