Desde su nacimiento, a finales de los 90, el reguetón fue acusado de promover la obscenidad y la violencia. Algunos años después, sin embargo, algunos lo reivindican como una corriente central en la cultura urbana del nuevo siglo.
Por: María Paula Bandera
El reguetón nació mucho antes de que Daddy Yankee regara su "Gasolina" por todo el mundo, en 2005. El género surgió a fines de la década del 90, pero todavía se discute dónde. Algunos aseguran que su nacimiento tuvo lugar en Panamá, de la mano del reggae en español; mientras que otros afirman que es en la música underground puertorriqueña donde hay que rastrear sus orígenes.
El reggae en español está más emparentado con las coreografías sexys que con la impronta musical de Bob Marley. El ritmo estallaba en las pistas allá por 1990, hits como "Te ves buena", "Pu Tun Tun", de El General, o "Soy el más sensual", de Renato alcanzaron el éxito mundial. Incluso los norteamericanos C&C Music Factory grabaron junto a El General el tema "Borinquen Anthem (qué es lo que quiere esa nena)" que llegó al octavo puesto del ranking dance de la revista Billboard. Teniendo en cuenta estos datos, puede decirse que el reguetón fue un éxito ya antes de su nacimiento. Sin embargo, fueron los puertorriqueños los que al ritmo bailable le añadieron un toque de hip hop y rap . En una entrevista publicada en el libro Reggaeton (de Raquel Rivera, Wayne Marshall y Deborah Pacini Hernandez), el cantante panameño Renato señala que el género "se creó en Panamá, después llegó a Puerto Rico y ellos se encargaron de comercializarlo. Nosotros lo inventamos, pero no nos promocionamos lo suficiente".
El arte de correr los límites
Pero el reguetón tuvo otros nombres. Al comienzo, cuando el género no estaba bien definido, se hablaba de música underground o dembow . No se sabe precisar cuándo fue que adquirió el nombre con el que se haría mundialmente famoso. Lo que sí está claro es quiénes ayudaron a darle difusión: aquellos que pretendían exterminarlo. Raquel Rivera, investigadora afiliada del Centro de Estudios Puertorriqueños de Hunter Collegey (Estados Unidos) y coeditora del libro Reggaeton , cuenta que "en 1995, la policía de Puerto Rico entró a varias tiendas de música y confiscó cientos de casetes y cd's de música underground . Luego los empleados y los dueños de las tiendas fueron acusados en la Corte de violar las leyes de obscenidad". Wayne Marshall, quien trabajó con Rivera en el libro, apunta que sin embargo, "el reguetón nunca fue más explicito que la televisión, que el hip hop o que la industria hollywoodense".
La senadora Velda González se hizo famosa en Puerto Rico por ser una enemiga acérrima del reguetón, al que criticaba por "explotar sexualmente a la mujer a través de frases soeces y videos de movimientos eróticos en los que las chicas bailan casi desnudas" y por fomentar el perreo –un tipo de baile que imita el acto sexual– al que consideraba "un factor detonante de actos criminales". Un año después, en plena campaña electoral y víctima de un arrebato populista, González se subía a un escenario y sandungueaba sus caderas al ritmo del reguetón junto a los cantantes Héctor y Tito.
La persecución y el debate nacional en torno del tema era tal, que los intérpretes del genero trasladaban la polémica a las letras, así fue como Ivy Queen compuso "Somos rapperos pero no delincuentes", la canción se convirtió en hit y fue el disparador de su carrera. Pero Queen no fue la única beneficiada por la controversia, Rivera explica que "el género era un fenómeno de los sectores populares. Los esfuerzos por censurarlo, sin embargo, lo transformaron de marginal en celebre".
Es sencillo determinar por qué González y sus amigos terminaron bailando reguetón al igual que los puertorriqueños de los barrios más pobres. Por un lado, la realidad se imponía y la única solución posible era la convivencia y, por otro, la reputación global del genero lo transformó "en un producto cultural de exportación generador de atención y prestigio para la isla", como señala Rivera.
Una vez que el reguetón venció a sus detractores, la guerra se dio entre los grupos. El enemigo pasó a ser del mismo bando y la batalla se jugó en las letras de las canciones. La inspiración vino del hip hop donde el uso de tiareras –así es como se conoce a las letras cuya intención es burlarse de la competencia– es algo muy común. La canción del grupo Calle 13, "Que llore", es un buen ejemplo de esta guerra lírica: "Hoy mi cerebro desayunó esteroides y tu rimando eres la mitad de un espermatozoide/tu eres un producto enlatado/encima de un anaquel antes cantabas rap y ahora eres pop como Luis Miguel/gracias a que eres un bruto colgado con un tercer grado de estudio las rimas no te dan ni para un interludio" .
Marshall, señala que "hubo una época en la que estas batallas verbales derivaban en reales episodios de violencia, pero actualmente las tiareras no ocupan un lugar tan importante como antes". Es que con el paso del tiempo, los ánimos se apaciguaron y hoy en día los cantantes se limitan a alabarse a sí mismos en sus canciones. "Somos los genios", dice Don Omar, o "Seguiremos demostrando que musicalmente estamos por encima de todos ustedes", le cantan Wisin y Yandel a unos destinatarios de los que no dan el nombre.
Así como la cumbia villera puso en escena la vida de los pibes chorros, el reguetón se encargó de contar la realidad de los caseríos y barrios bajos. Con una tasa de desempleo del 19,2 % y episodios violentos relacionados al narcotráfico, era de esperar que sus letras se nutrieran de violencia, corrupción y sexo.
En una entrevista para la agencia Télam, Daddy Yankee explicó de qué hablaban sus canciones: "tengo que cantar del pobre, de cuando veo un asesinato, de cuando estoy en la discoteca y alguien se embriaga y se van dos personas. Esto es real, no cantamos hechos basados en la mentira, sino que son cosas que vemos a diario".
Las canciones de Calle 13, el grupo liderado por René Pérez Joglar, más conocido como Residente, trascienden la problemática barrial para hablar de los problemas que aquejan a su país y a la región. "Pal Norte", por ejemplo, trata de la inmigración latina en Estados Unidos, y "Querido FBI" es un alegato a favor de la independencia de Puerto Rico que el grupo compuso con motivo del asesinato del líder del Ejercito Popular Boricua, Filiberto Ojeda Ríos, a manos del FBI.
Si para bailar salsa era necesario acercarse a una discoteca de nombre caribeño o tener raíces latinas, el reguetón corrió los límites. Mayna Nevarez es la presidenta de Nevarez Communications, una agencia de publicidad y relaciones públicas situada en Miami. Entre sus clientes figuran Daddy Yankee, Alexis & Fido y Angel & Khriz, entre otros. Nevarez cuenta que "en Estados Unidos el reguetón suena muy fuerte de costa a costa, ya es un género establecido, predomina en todas las discotecas, hasta se lo escucha en los cruceros".
Juan Flores, docente del departamento de Análisis cultural y Social de la Universidad de Nueva York, sostiene que el reguetón "tiene un público norteamericano muy grande y es considerado como parte del repertorio musical de este país, lo cual deriva y es una expresión de las relaciones transnacionales de la cultura contemporánea".
Prueba de que el reguetón conquistó el gran país del Norte es la cantidad de colaboraciones musicales con artistas anglosajones. Tego Calderón, uno de los precursores del genero, tocó con 50 cent, Usher y Snoop dog –palabras mayores del hip hop yanqui–, mientras que Don Omar cantó junto a Jennifer Lopez, y Daddy Yankee hizo lo propio con Fergie, la voz femenina de los Black Eyed Peas. Nevarez afirma que "son estos los intérpretes anglosajones quienes buscan a los cantantes de reguetón, pues los artistas de este género son los que más están tocando tanto en Estados Unidos como en Europa".
Basta analizar unos pocos videos de reguetón para darse cuenta de que la idiosincrasia latina en el género es, al menos, difusa. Resulta difícil conciliar los paseos en Ferrari, las camperas de cuero y los collares al mejor estilo Mario Baracus con la realidad latinoamericana. Los escenarios que más se repiten en la videografía del género son el Puente de Brooklyn (Nueva York) y la Avenida Collins (Miami). Nevarez tiene una explicación práctica al respecto: "Por una cuestión de costos, los artistas aprovechan grabar en Miami o Nueva York para luego hacer promociones en programas nacionales. También sucede que muchas veces, los artistas quieren filmar con directores populares, como es el caso de Carlos Pérez (Elastic people) o Marlon de (Marlon films), y su equipo de producción está mayormente en Miami".
Crónica de una muerte anunciada
La popularidad del reguetón es directamente proporcional a su cantidad de detractores, aquellos que vienen anunciando su muerte desde los primeros hits . Sin embargo, los hechos demuestran todo lo contrario. Nevarez señala que "el género se ha reinventado y para prueba basta ver que los artistas más nominados al premio Billboard (determinado por airplay y venta de cd's) son los que hacen reguetón. O también hay casos como el de Daddy Yankee, quien sacó el disco latino más vendido de la década".
Incluso algunos grupos y cantantes cuya música suena como reguetón ante el oído no adiestrado, prefieren mostrarse alejados del género, quizás por no sentirse a gusto con lo que promueve o bien por no querer quedar pegados a lo que algunos clasifican como una moda. Nigga, intérprete del hit "Te quiero", señaló en una entrevista "no soy cantante de reguetón: hago reggae en español, que es muy diferente. Mi reggae fue fusionado con la balada y se convirtió en romantic style".
Calle 13 afirma que su estilo de música es "urbano" e incluso confesaron haber usado al reguetón con la única finalidad de conquistar a la audiencia. "Nos metimos a full en el reguetón porque es un medio excelente para llegar a la gente" señaló Visitante a la agencia Télam y definió a Calle 13 como "un híbrido, porque no somos reguetón clásico ni nos interesa serlo".
Rivera reconoce que el género atravesó por cambios musicales producto de una evolución pero que esto no implica su muerte, "el reguetón se rehúsa a morir, aunque muchos afirman que ahora, efectivamente, ha muerto ya que algunas de las canciones más populares no están utilizando el patrón rítmico del Dembow que caracterizó al reguetón anteriormente. Pero muchos artistas y mucho público insiste que lo que se está haciendo hoy en día bajo el nombre de reguetón (aunque tiene más de dance music , hip hop , R&B y merengue que de dembow ) sigue siendo reguetón. ¿Y quién soy yo para discutir eso?".
Más allá de las críticas que pueda recibir, lo cierto es que, gracias al reguetón, la música latina ocupa actualmente un lugar privilegiado en la escena musical mundial. Sólo es cuestión de atreverse, como dice Calle 13.
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