miércoles, 21 de julio de 2010

Miguel Ángel, a partir de sus detalles

Dos profesores estadounidenses sostienen que uno de los dibujos de Miguel Ángel, ubicado en la parte superior de la bóveda de la Capilla Sixtina, representa al cerebro humano.

Por: Por Nicholas Bakalar para The New York Times y Clarín

DIVINO CEREBRO. Una comparación que parece revelar una representación del cerebro y el tronco encefálico dibujada en el cuello de Dios en la Capilla Sixtina.

Ha estado oculto a la vista de todos durante los últimos quinientos años, y ahora dos profesores estadounidenses creen haberlo hallado: uno de los raros dibujos anatómicos de Miguel Ángel en un panel de la parte superior de la bóveda de la Capilla Sixtina.

Miguel Ángel era un gran estudioso de la anatomía humana y disecó cadáveres con entusiasmo toda su vida, pese a lo cual son pocos los dibujos anatómicos suyos que sobreviven. Este, una representación del cerebro y el tronco encefálico, parece estar dibujado en el cuello de Dios, pero no todos los historiadores del arte coinciden en ello.

El último hallazgo, que se describe en un estudio publicado en el número de mayo de Neurosurgery, aparece directamente sobre el altar en "La separación de la luz de la oscuridad", otro panel de la serie de nueve que representan escenas del Libro del Génesis.

Dios, envuelto en vestiduras rojas que flotan, se ve desde abajo y en perspectiva, y parece estar elevándose en el cielo. Tiene los brazos levantados sobre la cabeza y mira hacia arriba y a la derecha, revelando el cuello y la parte de abajo de una barba corta.

Es aquí donde los autores del estudio, el ilustrador médico Ian Suk y el doctor Rafael J. Tamargo, un neurocirujano de la Universidad John Hopkins en Maryland, piensan que Miguel Ángel ocultó un dibujo de la parte inferior del cerebro y el tronco encefálico con partes del lóbulo temporal, la médula, el puente y otras estructuras delineadas con toda claridad.

En la opinión de Tamargo, el cuello de Dios del fresco difiere mucho de los de otras figuras que están representadas más o menos en la misma postura. Por lo general, el cuello parece normal, pero en "La separación de la luz de la oscuridad" hay líneas y formas muy distintas a la anatomía externa habitual del cuello, irregularidades que considera no pueden ser accidentales. "La anatomía del cuello es muy, pero muy inusual", dice, y de habérsela dibujado así de forma deliberada "habría que postular que Miguel Ángel tenía un muy mal día, lo cual es muy improbable porque era en extremo meticuloso." ¿En verdad está ahí, o los autores ven cosas donde no las hay? La interpretación, señala Tamargo, "es sin duda subjetiva: los artistas no adjuntan a su trabajo una descripción de qué es lo que contiene.

Sin embargo, pienso que, como en todo descubrimiento, quedará corroborado o rechazado a través de lo que otros crean".

Lo que creen los otros varía de manera considerable. "Suk y Tamargo parecen haber hecho bien los deberes", declara Gail L. Geiger, profesora de Historia del Arte de la Universidad de Wisconsin, Madison. "El núcleo de su trabajo me parece muy convincente." Pero Joanna Woods-Marsden, una profesora de historia del arte de la Universidad de California, Los Ángeles, no está de acuerdo.

"Mi primera reacción al ver las ilustraciones es que esto es una completa tontería, para decirlo de forma amable", escribió en un mensaje por e-mail.

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