domingo, 13 de junio de 2010

ENTREVISTA A YANN TIERSEN

"Nada por hacer, excepto la revolución"

De paso por Buenos Aires, el músico francés –conocido entre nosotros por la columna sonora de "Amélie"– habla de su nueva producción, política pero sin bajar línea.

Por: Ana Prieto

POESIA COMPROMETIDA. Tiersen, que estuvo en Gaza, defiende la causa palestina.

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Yann Tiersen tiene bateris­ta, sintetizador y distorsio­na la guitarra. Hoy Yann Tiersen hace bailar. Y no es que se haya cansado de Amélie (cuya banda sonora lo popularizó fuera de Europa) ni de la orquesta de París ni de su amigo Dominique A., que puso la voz en cuatro de sus discos. Sí se cansó del piano, no lo quiere más en el escenario. Y también de la rutina, que él re­conoce cuando está a punto de tocar y piensa "ojalá que el show termine rápido". Ahí es cuando se siente "horrible", pone un fre­no y se esconde del mundo, para cambiar.

El último cambio, el que lo llevó a distorsionar la guitarra, dejar el acordeón y componer todo lo que nadie espera que alguien como Yann Tiersen componga, fue la culminación de su gira de 2007, en Gaza. Esa experiencia disparó el disco Dust Lane , que todavía no pudo editar por un problema con la discográfica. En marzo lanzó en vinilo cuatro versiones remixa­das del tema "Palestina", piedra angular del disco. Y en abril em­pezó el Dust Lane Tour, que lo trajo a Buenos Aires hace pocos días.

Yann Tiersen está más flaco que nunca. Entra a la piecita del catering fumando y con la remera deportiva de "Rescue Australia" que se ha puesto casi religiosa­mente durante la gira. Pide per­dón por las fallas en el sonido.

Pero acá estamos acostum­brados a las fallas técnicas...
Bueno, pero al público hay que respetarlo.

¿Cómo es salir de gira con un disco que ese público no conoce?
En general no es un problema, me gusta.

¿Es igual a salir de gira con un disco ya lanzado, ya escu­chado?
Sí, sí. Esta noche fue especial, por las condiciones técnicas, pero siempre me siento bien. Además por Internet se puede seguir la gira, así que..., está bien.

Titubea tanto que uno lo com­pararía con Amélie, si la compa­ración no fuese desgraciada. Pe­ro lo que dice es cierto: fans de Vancouver, del D.F. y de Belgra­do han subido las filmaciones de sus recitales a YouTube, y Yann Tiersen confía en que, si uno lo sigue, va a enterarse de antema­no cómo es su nuevo disco.

En Argentina muchos lo co­nocieron por la banda de soni­do de Amélie, para la que sólo compuso dos temas nuevos. El resto ya estaba en sus otros discos. ¿ L e aburre que lo iden­tifiquen con la película?
No... En realidad fue un proble­ma de la discográfica porque los discos anteriores no se habían editado en muchos países, es decir que, una vez más, fue un problema técnico, y no un tema del público.

Se dice de "Dust Lane que" es un disco político...
No es político... O sí, pero sin bajar línea.

¿Cómo fue su experiencia en Gaza?
Muy impresionante, es el in­fierno. Me shockeó e influyó en mi último álbum. Estamos com­pletamente desinformados sobre lo que pasa allí: no hay noticias, hay muros por todos lados y que­da mal decir nada al respecto. La gente en Gaza es maravillosa pero vive como si no existiera, es muy duro. Gaza es un pueblo; incluso un lindo pueblo pero a la vez horrible, por los bombar­deos.

En el tema "Palestina" repite la palabra deletreándola y esa es toda la letra. ¿Una manera de decir que tiene negado su lugar en el mundo?
Es un nombre prohibido. Si no prestás atención, tal vez ni notes que lo que se dice es "Palestina", y esa es la regla del deletreo: no entender. Me gustó hacerlo así: poco obvio, oculto, como una metáfora.

¿Cómo se decidió finalmente a cantar?
Desde el principio quise hacer un disco no instrumental, aun­que "Palestina", por ejemplo, no sea una canción en términos tradicionales. Los temas son bas­tante largos y hay voces en todos. Salió naturalmente; Dust Lane resultó ser exactamente el disco que quería hacer.

Y no lo hizo solo. Colaboraron el francés Syd Matters, el quin­tento Orka de las ignotas islas escandinavas de Feroe, el inglés Matt Elliot y en la mezcla estuvo el hiphopero Oktopus. Todo un desconcierto que sólo Tiersen podría amalgamar.

Una vez dijo que los franceses son demasiado "correctos" en términos políticos...
El problema es que piensan de­masiado y nunca hacen nada. Yo creo en el voto, pero es "política­mente correcto" quejarse de los políticos y encontrar siempre una excusa para no votar. El resultado es tener a Sarkozy en Francia, a Cameron en Inglaterra y a Ber­lusconi en Italia.

En 2007 hizo campaña con un candidato municipal socialista de Rennes, como asesor cultu­ral.
Sí, estuve comprometido con eso. En Francia es difícil porque se supone que todo está bien, que no hay nada por hacer. Excepto quizá la revolución... Otra vez.

Y señala unos televisores plas­ma empaquetados en un costado de la habitación y dice que con­sumirlos es "fucking stupid" . Le gusta usar, con su acento fran­cés, la palabra fuck , para insultar a cada rato, o para cantar el otro hit de su último disco: "Fuck me" ("Cogeme") que, de todo el recital, fue la canción más dulce, más como Amélie.

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